La Operación Caudal, ejecutada desde el viernes pasado, no afectó el suministro de agua a la población, confirmaron autoridades de los tres órdenes de gobierno. La intervención de 189 inmuebles en el Estado de México tuvo como objetivo interrumpir la cadena de comercio ilícito de agua, sin interrumpir la infraestructura oficial de distribución.
La estrategia se planeó en el marco de la Mesa de la Paz de la entidad, donde se determinó que los despliegues se realizaran de manera simultánea en 48 municipios. Las investigaciones previas, basadas en denuncias ciudadanas e información del Centro Nacional de Inteligencia, permitieron identificar cadenas de comercio ilícito que utilizaban pozos sin autorización o infraestructura para su sobreexplotación. También se detectaron redes que hurtaban el líquido para su distribución y comercialización con tarifas que no incorporaban recursos al erario.
Las pesquisas identificaron que estas acciones eran realizadas por organizaciones sociales con fachada de sindicatos, como «USON», «ACME», «Los 300», «Libertad», «25 de Marzo», «22 de Octubre» y «Chokiza», entre otros, así como por comisariados ejidales, particulares o en complicidad con autoridades.
Como resultado de las acciones de la Operación Caudal, se intervinieron 189 inmuebles mediante 142 cateos y 47 inspecciones. En estos lugares se localizaron 51 pozos y 138 tomas de agua clandestinas. Fueron asegurados 322 transportes tipo pipas, 37 vehículos diversos y se detuvieron a siete sujetos en flagrancia por delitos como portación de arma prohibida, delitos contra el servicio público y distribución de agua, y ataque peligroso.










