Una de las tiendas departamentales más importantes de Estados Unidos, JCPenney Co Inc, se prepara para pedir protección por bancarrota, además de que entre sus planes figura cerrar permanentemente alrededor de un cuarto de sus casi 850 tiendas, lo que la sumaría a una lista de grandes minoristas estadounidenses que han sucumbido a las consecuencias del brote de coronavirus.
Una declaración de quiebra pondría fin a una larga decadencia de la conocida cadena de tiendas de 118 años, que luchaba con la carga de una deuda de casi 4,000 millones de dólares y la competencia de empresas de comercio electrónico y minoristas de descuento, incluso antes del comienzo de la pandemia.
La empresa, que tiene su sede en Plano en Texas y que emplea a casi 85,000 personas, está en conversaciones con los acreedores para obtener un financiamiento mientras se enfrenta a un proceso de quiebra, dijeron las fuentes. El préstamo podría ascender a un total de entre 400 millones y 500 millones de dólares, según algunas fuentes.
El momento de la presentación de la bancarrota puede variar dependiendo del tiempo que le den los acreedores, según las fuentes.
J.C. Penney no cumplió con un pago de 17 millones de dólares el jueves 7 de mayo y sólo tenía cinco días para cumplir con la deuda. Un período de gracia de 30 días para abonar 12 millones de dólares que la empresa se saltó el 15 de abril vence el próximo viernes.
JCPenney no ha tomado una decisión final sobre cómo abordar sus tensas finanzas, considera también alternativas que incluyen la negociación de un acuerdo con los acreedores fuera de la corte de bancarrota o la obtención de financiación adicional.
En México operó 6 tiendas, pero fuefon compradas por Grupo Carso, de Carlos Slim, y ahora son tiendas Sears.